Cuando los niños se enferman

No había comentado que en días anteriores, el Patito había estado agripado.

Y por lo mismo que le dolía la garganta y se sentía mal, había estado comiendo poco, lo cuál me preocupaba más y más a medida que lo iba sintiendo cada vez más ligero.Yo le calculo que se me adelgazó entre kilo y kilo y medio, y eso, para alguien tan pequeñito, es muchísimo.

El siempre ha sido de muy buen diente, entonces, para haber dejado de comer, debió haberse sentido realmente mal.

Pues bien, ese mal trago ya pasó. Ahora vuelve a comerse hasta las piedras, lo cuál me dá mucho gusto, ahora ya está otra vez pesadísimo, con las mejillas como duraznitos, ojos brillantes y cuerpo lleno de energía para seguir demoniando.

Y es que, una como mamá siente que está fallando cuando los bodoques se enferman, es inevitable ese sentimiento de culpa, pero también es inevitable que se enfermen, sobre todo con éste clima tan loco de los últimos años.

Sólo quería compartir que ahora mismo me siento muy contenta de que mi Demonio ande demoniando, porque es señal de que está sano y es feliz ( y secretamente yo también, aunque de repente se me agote la paciencia y la energía).Aprovéchenme, ahora que ando de buenas.

Au Revoir
Firmado atentamente por:
La Mamá de Patito

PD Probablemente sea mi imaginación, pero he recibido algunos comentarios con cierta carga de regaño o sermón ... y eso me deja un cierto mal sabor de boca, porque la intención de este blog es llevar un diario de las aventuras de Patito (más para mí que para otra persona), no para presumir mis skills de mamá (porque no tengo ninguna experiencia previa) y tampoco para buscar consejo, más bien porras de la gente que le gusta leerlo. Los consejos ( si siento que los necesito) los pido a mi santa madre o a la pediatra del Patito.
Sorry si este comentario se siente fuera de lugar, pero tenía que decirlo, no es necesario comentar más al respecto.