Si la vida se sotiene por instantes...y un instante es el momento de existir
Anoche, mi hijo me usó de colchón...y fuí feliz.
Ahí me ve usted, a las tres de la mañana, con el ojo de Remi...hormonas ? no, cené demasiado ? no,me saqué la lotería? I wish, but not.
Ya he comentado antes que mi hijo y yo tenemos una relación bastante particular, que ha mejorado de unos meses para acá, desde que nos hemos empezado a conocer mejor y ya hasta nos caemos bien, además de que sufre de un severo caso de "papitis extremosus", entonces soy borrada del mapa en cuanto el susodicho entra en escena.
Pero anoche...ahhhh, anoche.
Mi hijo estuvo dormido pegado a mi cuerpo durante largas horas, incluso se subió a mi pecho y soño escuchando los latidos de mi corazón... y fuí inmensamente feliz.
Esta es una sensación que me ha llegado demasiado pocas veces en mi vida, es una sensación tan intensa que duele, la entrega del alma es tan grande que una se queda sin aliento...así es como se siente el amor verdadero, incondicional.
Aún hay mucho camino por andar, pero hey!, anoche me salí un ratito de mi cuerpo... y un ángel me llevó a conocer el cielo.
Au Revoir.
Firmado atentamente por:
La Mamá de Patito
domingo, 23 de diciembre de 2007
Y fuí feliz
Publicado por Monilla en 11:19 p. m.
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