Vengo de hacer una de las cosas que más detesto en la vida, además de cocinar, lavar los platos y pagar impuestos, que en sí no es poca cosa... vengo del dentista.
Mi odio hacia los dentistas viene de muchos años atrás, tengo un serio problema con ellos, desde su vestimenta, el olor de los recintos y -claro- el maldito sonido de las fresas, mi mente tiene asociado permanentemente este terrible sonido con mucho dolor, entonces no los visito con frecuencia...y he de confesar que mi boca da cuenta tristemente de ello.
No voy a ahondar en el tema, porque realmente me pongo mal, con decirles que de la sola limpieza salí llorando, a pesar de que no me lastimaron en absoluto, lo mío ya es grado patológico, creo yo.
El verdadero propósito de éste post es comentar algo completamente diferente, pero como me pasó en el consultorio, pues lo relacioné.
Llevo dos días consecutivos de consulta para que me arreglaran un problema que traíay me asignaron a Silvia.
Silvia tiene como 25 años, es de complexióm media, mide aprox 1.50 y es morena...te la puedes imaginar perfectamente vestida de tehuana con grandes y coloridas flores en el pelo, es una mujer muy guapa, la típica belleza del sur de México de la cual se enamoraría perdidamente un gringo o europeo.Además de que es sumanente correcta y respetuosa, te habla con firmeza pero sosegadamente, como para tranquilizarte.
Cuando la conocí me sentí rara, vaya...no incómoda pero sí rara, algo tenía ésa mirada y la manera como me sonreía que me hacía abrazar más mi bolso, como queriéndome proteger a mi misma.
Hoy, en la segunda cita, se me encendió una luz en el cerebro ...
Silvia es gay...y me estaba coqueteando!!!
En cuanto me dí cuenta de lo que estaba sucediendo, me puse aún más nerviosa, sin saber qué hace ni qué decir, Silvia también se dió cuenta y sus ojos brillaban maliciosamente,como burlándose.
Uff! siendo la primera vez que ésto me sucede, no supe cómo reaccionar ni sé ahora qué pensar, sólo espero que ella no haya pensado que le enviaba señales o que tenga yo pinta de ser gay.
No sé...normalmente, el darme cuenta de que un hombre me coquetea me levanta el ego y demás, pero comprobé que no me sucede lo mismo cuando una mujer me coquetea, no es que el coqueteo en sí tenga algo de malo cuando proviene de una mujer...simplemente ésta vez no lo disfruté.
En fin, para todo hay una primera vez...ésta fué la mía.
Au Revoir
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La Mamá de Patito
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Entre dientólogos te veas
Publicado por Monilla en 9:46 p. m.
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2 comentarios:
ups!
ay mama de patito...eso te pasa por ser tan guapa!
jejeje
y no estoy tirando el can eh??
besos
Calla hija, que me muero de la verguenza
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